Bitcoin ha vuelto a captar la atención del mundo financiero tras alcanzar un nuevo máximo histórico este miércoles, superando por primera vez los 112.000 dólares por unidad. Este hito, que se produjo durante la tarde en la costa este de Estados Unidos, estuvo acompañado por un contexto favorable en los mercados bursátiles, donde las tecnológicas protagonizaron una jornada de euforia liderada por Nvidia, que brevemente tocó los 4 billones de dólares en capitalización bursátil.
El precio de la criptomoneda se situó en los 110.947 dólares al cierre del mercado, con un alza del 1,9% en el día, según datos de Coin Metrics. Pero minutos antes del cierre, Bitcoin llegó a cotizarse en 112.052 dólares, rompiendo así su anterior récord establecido el 22 de mayo de este mismo año, cuando se había quedado en 111.999 dólares.
A pesar de que en las últimas semanas el precio de Bitcoin se había mantenido en un rango relativamente estable, con escasas variaciones y un mercado aparentemente contenido, el renovado apetito por el riesgo observado en los mercados tradicionales ha bastado para activar un impulso alcista. La correlación entre Bitcoin y los activos tecnológicos ha vuelto a manifestarse con fuerza, alimentada por el entorno macroeconómico y las expectativas sobre el marco regulatorio que se cocina en Washington.
Inversión institucional, volatilidad contenida y expectativas de verano caliente
A nivel institucional, el interés por Bitcoin continúa firme. En el segundo trimestre del año, la compra de Bitcoin por parte de empresas cotizadas superó incluso los flujos de entrada hacia los fondos cotizados (ETFs) respaldados por la criptomoneda. Esta tendencia sugiere que muchas compañías están utilizando su tesorería para acumular BTC como una estrategia de preservación de valor y apuesta a largo plazo, una narrativa que sigue posicionando a Bitcoin como el “oro digital”.
Sin embargo, a pesar del volumen de capital movilizado en torno a estos vehículos de inversión, Bitcoin apenas ha subido un 2% en el último mes, lo que indica una etapa de consolidación tras los fuertes movimientos del primer semestre. Esta lateralidad ha generado cierta tensión entre los operadores, quienes observan que los volúmenes de negociación se han reducido, dejando al mercado más expuesto a movimientos bruscos ante cualquier catalizador.
Precisamente uno de esos catalizadores podría llegar la próxima semana, cuando comience una serie de encuentros legislativos en Washington enfocados en la regulación del sector cripto. El llamado “Crypto Week” podría ser el inicio de un ciclo regulatorio más claro que anime aún más la entrada institucional.
Ryan Gorman, director de estrategia de Uranium Digital, sugiere que los próximos días podrían ser decisivos: “Con la Crypto Week a las puertas y un ambiente claramente optimista que se cuela en los mercados, no sería descabellado ver a Bitcoin superar los 120.000 dólares antes de que acabe la próxima semana. El sentimiento alcista, unido a un volumen más bajo por el verano, podría facilitar saltos abruptos en el precio”.
Además, los datos del mercado de derivados respaldan este optimismo: el interés abierto en opciones de compra (calls) supera con creces al de opciones de venta (puts), lo que suele ser un indicio claro de expectativas alcistas por parte de los operadores más sofisticados.
¿Qué esperar a partir de ahora?
Si bien es imposible predecir con certeza hasta dónde puede llegar el rally, muchos analistas coinciden en que Bitcoin está entrando en una fase donde la narrativa ya no es únicamente especulativa, sino estructural. A medida que grandes corporaciones lo adoptan como activo estratégico, y los marcos regulatorios comienzan a definirse con mayor claridad, la volatilidad de antaño podría dejar paso a una etapa de madurez sin precedentes.
No obstante, Bitcoin sigue siendo un activo de riesgo, y su comportamiento continúa estrechamente vinculado al ánimo de los mercados. Su fuerte correlación con las acciones tecnológicas —especialmente en días como este, con el Nasdaq marcando máximos históricos— es prueba de ello.
Por ahora, la criptomoneda más valiosa del mundo vuelve a demostrar su capacidad para romper techos en momentos claves. La pregunta que flota en el aire es si este será el inicio de una nueva ola alcista o simplemente un destello más en la montaña rusa que define su historia. Lo cierto es que el verano ha comenzado con fuerza para Bitcoin, y los inversores ya miran hacia los 120.000 dólares como el próximo objetivo psicológico.