El mercado de las criptomonedas ha vuelto a encenderse este verano, y el protagonista indiscutible es, una vez más, Bitcoin. Este jueves, la criptodivisa más valiosa del mundo alcanzó un nuevo máximo histórico, superando la barrera de los 124.000 dólares, impulsada por una ola de compras corporativas y un clima político inusualmente favorable en Estados Unidos.
El activo digital subió un 1,3 % en las primeras horas de la jornada, acumulando una ganancia cercana al 7 % solo en lo que va de mes y un asombroso 30 % en lo que llevamos de año. El motor de este rally no ha sido únicamente el apetito de los inversores particulares, sino el papel creciente de las llamadas “empresas tesoreras de bitcoin”, que han convertido la acumulación masiva de criptomonedas en parte central de su estrategia financiera.
El empuje político: Trump abre la puerta a los fondos de pensiones en cripto
Un catalizador clave llegó la semana pasada desde la Casa Blanca. El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que obliga a las agencias federales a permitir que el mercado de pensiones estadounidense —con un valor estimado de 9 billones de dólares— pueda invertir en activos alternativos, incluidas las criptomonedas. Esta medida, celebrada como histórica por la industria, allana el camino para que gigantes institucionales canalicen flujos de capital hacia el sector, en lo que podría convertirse en una nueva era para la adopción de activos digitales.
Trump, que desde su regreso al poder ha defendido abiertamente la industria cripto, ha encontrado en ella no solo un aliado económico sino también político. Varias empresas y ejecutivos del sector han respondido a su apoyo con generosas aportaciones a su fondo de campaña, en un intercambio de intereses que refuerza el vínculo entre la política y el ecosistema blockchain.
La era de las “empresas tesoreras” y el efecto de retroalimentación
El auge de las “bitcoin treasury companies” ha sido otro pilar fundamental de este repunte. Estas firmas, muchas en dificultades para revitalizar el precio de sus acciones, han encontrado en Bitcoin una herramienta para revalorizarse en los mercados. Según datos de Coinkite, actualmente 165 empresas cotizadas a nivel global poseen bitcoin en sus balances.
El modelo más conocido es el de Strategy, dirigida por el ferviente defensor de Bitcoin, Michael Saylor. La estrategia consiste en levantar capital —ya sea mediante deuda o emisión de acciones— para destinarlo directamente a la compra de bitcoin u otras criptomonedas. Incluso la empresa mediática familiar de Trump ha participado activamente, recaudando 2.000 millones de dólares este verano con el objetivo explícito de adquirir la criptodivisa.
Will Owens, analista de Galaxy Digital, describe este fenómeno como un “bucle de retroalimentación positivo” para los precios de las criptomonedas. Según explica, lo que comenzó como un experimento de asignación de capital se ha convertido en una fuente estructural de presión compradora para el mercado. Sin embargo, advierte que este ciclo virtuoso podría invertirse bruscamente si se enfría el apetito inversor, caen los precios o estas compañías pierden acceso a financiación. Aquellas que han recurrido a altos niveles de deuda, señala, podrían enfrentar caídas severas en un escenario adverso.
No todas se han limitado a Bitcoin. La estadounidense SharpLink Gaming anunció esta misma semana una recaudación de 400 millones de dólares para invertir en ether, acumulando ya una posición valorada en unos 3.000 millones. La segunda criptomoneda por capitalización también vive su propio rally: ha subido un 27 % en agosto y más de un 40 % en lo que va de 2025, alcanzando un máximo histórico de 4.788 dólares.
Con este nuevo récord, Bitcoin deja atrás su anterior cima de 123.153 dólares registrada en julio, durante la llamada “Semana Cripto” en Washington, cuando el Congreso aprobó una ley pionera para regular las stablecoins. La combinación de apoyo político, flujos institucionales y estrategias corporativas agresivas ha creado un cóctel explosivo que, por ahora, mantiene viva la euforia en los mercados.