La tensión geopolítica en Medio Oriente ha vuelto a sacudir los mercados financieros globales, y uno de los activos más sensibles a estos sobresaltos ha sido, una vez más, el Bitcoin. La principal criptomoneda del mundo sufrió una fuerte caída después de que Israel lanzara ataques aéreos contra objetivos en Irán, incluyendo sitios militares y nucleares en la capital, Teherán.
El conflicto escala y los mercados reaccionan
El precio de Bitcoin descendió bruscamente hasta los $103,162 en medio del anuncio de las operaciones militares, antes de recuperar parcialmente su valor para cotizar un 2% por debajo del precio registrado 24 horas antes. Esta caída representa una aceleración de las pérdidas que ya venía acumulando el activo, agravadas por el nuevo episodio de inestabilidad internacional.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que los ataques forman parte de una “acción preventiva precisa” con el objetivo de desmantelar el programa nuclear iraní y eliminar su capacidad de lanzar misiles balísticos. Afirmó que la ofensiva continuará “hasta que la amenaza desaparezca”, lo que deja abierta la posibilidad de una escalada prolongada en la región.
El conflicto se desencadenó pocas horas después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) informara que Irán había incumplido por primera vez en dos décadas los límites sobre el enriquecimiento de uranio. Según informes de NBC, Israel ya estaba evaluando una respuesta militar tras la advertencia de la AIEA, y finalmente llevó a cabo la operación que ahora tiene en vilo a los mercados internacionales. Las primeras noticias sobre las explosiones provinieron de Axios y fueron confirmadas posteriormente por Al-Jazeera.
Impacto en los activos globales
Las criptomonedas no fueron las únicas afectadas por los acontecimientos. Los mercados bursátiles europeos también sintieron el golpe: el índice Euro Stoxx 50 retrocedió un 1,4% y el FTSE 100 del Reino Unido bajó un 0,7%. En Estados Unidos, los futuros de los principales índices también mostraron caídas cercanas al 1,4%.
En contraste, los activos tradicionalmente considerados refugios seguros reaccionaron con fuerza. El oro subió un 1% y alcanzó los $3,436 por onza, mientras que los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años vieron una caída en su rendimiento de dos puntos básicos, situándose en 4.32%. El petróleo fue otro de los grandes protagonistas del día, con un repunte de hasta el 9% en sus contratos de futuros, estabilizándose posteriormente con un alza del 5,6%.
El dólar estadounidense mostró un comportamiento mixto: se fortaleció frente al euro y la libra esterlina, pero perdió terreno frente al yen japonés y el franco suizo, divisas también consideradas como refugio ante la incertidumbre geopolítica.
En medio del temor de una posible guerra abierta, incluso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció, señalando que prefiere alcanzar un acuerdo con Irán en lugar de escalar hacia “un conflicto masivo”. Sin embargo, con ataques ya en marcha y sin señales inmediatas de desescalada, los mercados siguen atentos a cada nuevo desarrollo.
Mientras tanto, en plataformas de predicción como Polymarket, los usuarios mostraban escepticismo ante la posibilidad de un ataque de Israel a Irán antes de julio, valorando esa opción en menos de 30 centavos por dólar. Ese cálculo, basado en probabilidades, ahora parece haber subestimado la determinación de las autoridades israelíes.
El episodio vuelve a demostrar la estrecha conexión entre eventos geopolíticos y los mercados digitales, con Bitcoin funcionando más como un activo de riesgo que como refugio. A corto plazo, todo indica que la volatilidad persistirá, especialmente si las hostilidades entre ambos países continúan o escalan aún más.