La reconocida cadena minorista de videojuegos GameStop atraviesa un momento crucial en su historia financiera, mientras sus principales actores debaten internamente la magnitud de su incursión en el mundo del Bitcoin. Según reveló Matt Cole, director ejecutivo de Strive Asset Management, aunque la empresa ya ha dejado entrever su intención de adquirir Bitcoin como parte de su estrategia de reservas, la cantidad exacta que destinará a esta inversión aún no ha sido determinada.
Cole, en declaraciones recientes a Decrypt, afirmó que «se puede esperar que GameStop compre algo de Bitcoin», pero aclaró que todavía no existe un consenso claro dentro de la empresa sobre el volumen que estarán dispuestos a adquirir. Esta falta de acuerdo interno refleja las tensiones que se viven tanto en la junta directiva como en otros espacios relevantes para la compañía, como el popular foro de Reddit conocido como Superstonk, donde los seguidores más fieles de GameStop discuten a diario el futuro de la marca.
Hace aproximadamente un mes, GameStop actualizó su política de inversiones para incluir la posibilidad de comprar Bitcoin como un activo de reserva. Poco después, la compañía anunció la exitosa recaudación de 1.500 millones de dólares mediante una oferta de bonos convertibles senior, fondos que, según las especulaciones, podrían destinarse en parte a la adquisición de Bitcoin. Esta maniobra recuerda a la estrategia que Michael Saylor implementó en MicroStrategy, convirtiendo a esa empresa en uno de los mayores poseedores corporativos de Bitcoin con compras valoradas en unos 51.000 millones de dólares.
Además de los nuevos fondos, GameStop ya disponía de una sólida base financiera: su último informe de resultados reportó 4.700 millones de dólares en efectivo y equivalentes, lo que la sitúa en una posición privilegiada para ejecutar movimientos financieros ambiciosos.
Divergencias sobre la dirección a seguir
Sin embargo, a pesar de esta posición de fuerza, la propuesta de adoptar una estrategia agresiva con Bitcoin no ha logrado un respaldo unánime. Matt Cole describió el clima interno como un «tironeo» entre quienes abogan por una apuesta decidida en Bitcoin y aquellos que muestran una postura más cautelosa. «Hay un grado de falta de alineación entre los diferentes grupos de interés de GameStop que no es plenamente comprendido por quienes observan desde la comunidad de Bitcoin», explicó Cole, sugiriendo que las diferencias son más profundas de lo que podría parecer.
La propuesta inicial de Strive instaba a GameStop a convertir toda su reserva de efectivo en Bitcoin, argumentando que el dólar estadounidense, afectado por la inflación, es un «activo en proceso de depreciación» y que Bitcoin representa el único «verdadero refugio de valor» dentro del ecosistema de activos digitales. No obstante, Strive no es un inversor activista en GameStop, como aclaró Cole. La firma, que mantiene exposición a GameStop a través de productos como el fondo cotizado Strive 1000 Growth ETF, sostiene que su recomendación obedece a su «deber fiduciario de maximizar el valor a largo plazo» de las empresas en las que invierte.
Mientras tanto, las acciones de GameStop han mostrado cierta recuperación reciente, con un aumento del 8,5% en el último mes, situándose en torno a los 27,60 dólares por acción, según datos de Yahoo Finance. Sin embargo, en lo que va del año, las acciones acumulan una caída del 12%, reflejando un contexto de volatilidad e incertidumbre que podría acentuarse aún más dependiendo de las decisiones que se tomen respecto a su política de tesorería.
El futuro de GameStop en manos de una decisión clave
A medida que se intensifica el debate sobre su estrategia de inversión, GameStop se encuentra en una encrucijada: abrazar plenamente una política de reserva en Bitcoin podría situarla como una pionera dentro del sector minorista tradicional, pero también implicaría exponerse a los riesgos inherentes a la alta volatilidad del mercado de criptomonedas. De momento, el mundo financiero observa con atención, esperando el siguiente movimiento de una empresa que, desde el episodio de las «acciones meme» en 2021, ha demostrado ser capaz de sorprender tanto a Wall Street como a sus propios seguidores.
La gran incógnita sigue siendo no solo cuándo comenzará GameStop a comprar Bitcoin, sino qué proporción de su vasto efectivo estará dispuesta a transformar en esta criptomoneda. Mientras tanto, la presión de grupos como Strive y de una parte de su comunidad de accionistas promete mantener viva la conversación… y la expectativa.
